Hombre es condenado por llamar veinte veces al día a su expareja y crear perfiles falsos para comunicarse con ella a través de redes sociales.
Los hechos constituyen el delito de violencia contra la mujer en su modalidad de amenazas, ya que todas las expresiones e intentos de comunicación por parte del acusado fueron ejercidas con la intención de atemorizar y menoscabar – e forma flagrante- la integridad psíquica y moral de la víctima.