Reforma constitucional consagra el deber de respeto a las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad Pública, y a sus emblemas institucionales.
La falta de apoyo político y jurídico a las instituciones castrenses y policiales ha facilitado la difusión de símbolos deleznables como el famoso «perro matapacos», cuya utilización se normalizó y no fue condenada por sectores que, en ese entonces, actuaban como oposición.