El título de dominio originario hace inoponible los actos de terceros respecto del mismo bien, aún si se constituye de forma posterior a ellos.
La demandante adquirió en 2016 un inmueble por medio del procedimiento de regularización del D.L. Nº2695, por tanto, le era inoponible el contrato de arriendo celebrado en 2010 por el ocupante del predio, quien fue condenado a restituir el bien raíz.