Amnistía afirma que juicios injustos, ahorcamientos secretos y condenas por pequeños delitos de drogas reflejan la «cruel injusticia» de la pena de muerte en Malasia.
De las 1.281 personas condenadas a muerte que, según Amnistía, de acuerdo a informes, había en Malasia en febrero de 2019, 568 (el 44%) eran personas extranjeras, que encuentran graves obstáculos para acceder a asistencia consular y servicios de interpretación.