Corte Interamericana de Derechos Humanos declara la responsabilidad internacional de Colombia por el secuestro y tortura de una periodista.
Los Estados tienen la obligación de adoptar todas las medidas que sean necesarias para abordar la investigación de las víctimas desde una perspectiva interseccional en la que se tengan en cuenta los diferentes ejes de vulnerabilidad que afectan a la víctima.