La “viralización” de una publicación injuriosa en redes sociales es un factor que se debe tener en cuenta al momento de cuantificar el daño moral, resuelve un tribunal argentino.
El peritaje permite establecer la gravedad de la lesión espiritual infringida por la demandada dada la cantidad de visualizaciones e interacciones verificadas, así como la posibilidad ilimitada de que la falsa alegación fuera replicada por la vía digital, medio de comunicación por excelencia en la sociedad actual.